Viernes, 13-abr-2012
09:10h.
La empresa Recursos Educativos ha organizado la representación de la obra “Bodas de Sangre”, de Federico García Lorca. Los encargados de escenificarla son los actores de la compañía madrileña Zamamur. Uno de sus componentes confecciona un diario de sus andanzas por los teatros donde actúa. Pero no escribe nada, sino que cámara en mano, graba a todo aquel que se presta responder a sus preguntas. A los trabajadores de este teatro les comentó que en un programa de TV se enteró que en este edificio hay como una presencia espiritual, y que incluso se ha aparecido a algunos. Todos le respondieron que tal presencia sólo existía en la imaginación de quienes preguntan por ella. Ante su insistencia por hacerles hablar de este tema, uno de los trabajadores del teatro le respondió que si, que a él se le ha aparecido, pero no en el teatro, sino en la calle. Tuvo que hacer un esfuerzo por sujetar la cámara sin que la mano le temblara y puso toda su atención para escuchar la respuesta. El trabajador del teatro prosiguió… Aquí, el único que se aparece es John Lennon, el de los Beatles. Unas veces se aparece en la Rambla, otras en el Paseo, y últimamente en la Plaza Flores. Cuando el Ayuntamiento deje de pasear su estatua por Almería, dejará de aparecerse, para quedarse definitivamente quieto en un sitio. Que va a dar más vueltas que su disco del Submarino Amarillo.
10:56h.
Frente a nuestra fachada oeste se alza el edificio de la Escuela de Arte de Almería. De allí han venido dos jóvenes estudiantes, que habían solicitado hacer fotos en el teatro.
Una vez en el interior, al cruzar por una oscura galería, han preguntado si alguna vez se han visto u oído cosas raras, fenómenos inexplicables originados por entes que no fueran de este mundo. La persona del teatro que les acompañaba, se detuvo, se volvió hacia ellas y les respondió... Si, yo mismo he visto espíritus aquí. Pero sólo vinieron a dejar el Currículum por si necesitabamos alguno. Porque parece ser que la cosa está muy malita en todas partes.
Estas estudiantes, al coincidir después con los actores, han entablado una animada conversación y se han grabado mutuamente con sus respectivas cámaras, a modo de duelo megapixélico.
11:12h.
El personal del teatro andaba un tanto desconcertado ante la salida del público de la función anterior por un lado, las estudiantes haciendo fotos por otro, y unos desconocidos mirando y señalando las dependencias del teatro. Estos últimos eran un grupo de cuatro personas que han solicitado información para poder celebrar en el teatro una cena para una asociación profesional. Antes de salir inquirieron en que deseaban disfrutar de una cena organizada y tranquila, en el sentido de que no apareciese nadie ajeno a su asociación. Inspirando profundamente antes de contestarles, les aseguraron que en este teatro no se aparecería nadie extraño.
14:35h.
Todos han abandonado ya el teatro, en el interior solo queda Lorenzo revisando que todas las luces estén apagadas antes de salir el último y cerrar. De pronto, casi a oscuras, escucha un extraño ruido, que al romper el silencio impresiona mucho más. Un sonido incapaz de producirlo una garganta humana. Es un rugido apagado, grave, como surgido de lo más profundo. Lorenzo mira su reloj y todo tiene explicación, el extraño ruido proviene de las tripas de su estómago. Si es que al final se le han hecho las tantas para ir a comer.
