Miércoles, 15-feb-2012
Parece ser que el teatro nació en la antigua Grecia. Desde entonces hasta ahora ha convivido con nosotros cautivando a todas las edades.
La empresa Recursos Educativos ha traído al teatro a la compañía Bricabrac, para escenificar la obra Château Hanté. Gran número de estudiantes almerienses la han visto representada en francés.
El teatro es algo vivo, y resulta verdaderamente alentador ver ocupadas la mayoría de las butacas. Pero, incluso con menos espectadores, también se habría representado la obra. Eso nos lleva a preguntarnos por la esencia del teatro. Quizás se de con tan sólo un espectador que escuche y al menos alguien que represente un papel o cuente una ficción. Puede que así naciera el teatro, allá en el antigua Grecia. Cuando, ese griego que llega a su casa a las tantas de la madrugada, y su mujer le estaba esperando despierta, y con gesto contrariado le preguntaría: ¿Se puede saber de dónde vienes a estas horas? Seguramente, la respuesta de aquel hombre a su mujer, supuso el nacimiento del teatro. Por eso, a través de los siglos, algunos siguen honrando el arte que tuvo, aquel insigne griego.
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