El Arte de Descubrir

Lunes, 26-mar-2012
          Hoy, la imagen digna de perdurar no se localizaba dentro, sino que esperaba en la calle, a las puertas del teatro. No se han descuidado para poder presentarse antes de las nueve y media de la mañana. Los pequeños llegaban con sus batas azuladas, cogidos uno detrás de otro, formando una cadena mini humana de miradas imprevisibles y sonrisas limpias. Posiblemente, aquí han asistido a su primera función, y como decían ellos, en un teatro de verdad. Este edificio, casi centenario, se contagia de vitalidad gracias a ese alegre y pequeño caos que parece pulular entre los niños pequeños. La compañía teatral Pizarra ha representado para ellos La Bella y la Bestia.

         Cuando los adultos nos paramos a observar a los niños, estos nos demuestran que es posible vivir felices sin arrogancia, ni maldad. Con la ilusión de explorar el nuevo día, y disfrutar de cada descubrimiento. Si a pesar de nuestros años y a veces complicada vida, todavía podemos maravillarnos al ver una fila de críos, puede que durante un instante, volvamos a tener la mirada imprevisible y la sonrisa limpia; y a contagiarnos de ese alegre y pequeño caos que parece pulular entre quien estrena un nuevo día. Porque la vida como el arte no es más que la emoción que le otorgan los ojos que lo contemplan.        

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