La Cantera de la Emoción

Viernes, 2-mar-2012
El teatro, que se refuerza en su razón de ser cuando el público disfruta, vivió en la noche del viernes una bulliciosa velada. La sección de cuerda de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), con Michael Thomas como solista y director, preparó un concierto con un repertorio muy atractivo. Nada menos que el Concierto de Brandemburgo Nº 3, de Johann Sebastian Bach; y las Cuatro Estaciones, de Antonio Vivaldi. Obras tan conocidas que hay mucha gente que es seguro que las tararea, y no sabe que las conoce.  

Al ser una noche de gala, los caballeros con trajes, otros con chaqueta y corbata; y las damas muy elegantes, con casi sus mejores galas. Algunos niños que ni siquiera tendrían dos cifras en su edad, hicieron que me preocupara por el silencioso respeto que debía mostrar la sala a los músicos. Sin embargo, cuando las primeras notas recorrieron el ambiente, no tuve preocupaciones. Escuchar la música, en directo, recién salida de las cuerdas de las violas, los cellos, y sobre todo de los violines es una experiencia totalmente inhibidora. La armonía de la música invadió el espíritu del público. Aquella música fue capaz de transportarnos, y volar hasta donde alcanzara nuestra emoción.

La ilusión con la que se preparan los proyectos, no es garantía del éxito que se pueda obtener. Si los niños son los proyectos de las sociedades futuras, esa noche se les mostró el brillo de lo perdurable.

            Como cronista, agradezco a Jacinto Castillo su artículo en La Voz de Almería, del domingo, 4 de marzo, por el especial cariño con que menciona a este teatro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario